Sr. Películas

Colección Indiana Jones


Descripción:
Una de las grandes sagas de la historia del cine ha sido la trilogía de las aventuras arqueológicas de Indiana Jones, bajo la dirección de Steven Spielberg. La colección que las incluye, con las bondades del DVD, incluye además de estos tres títulos un disco extra con material adicional. Cabe mencionar que cada una de las cintas de esta antología han sido remasterizadas a través del sistema THX Digital, y les ha sido adicionado el sonido Dolby Surround.

"Cazadores del Arca Perdida" (1981) revive el encanto de los seriales de aventuras de los años 30. Corre el año de 1936, y el arqueólogo Indiana Jones (Harrison Ford) combina la docencia con la investigación de campo en su muy personal (e intrépido) estilo. Al investigar el paradero de la bíblica Arca de la Alianza, debe evitar que el divino contenedor de los Diez Mandamientos caiga en manos de los nazis, quienes ansían el poder místico del legendario depósito de las Tablas de la Ley para dominar al mundo.

"Indiana Jones y el Templo de la Perdición" (1984) es la menos afortunada de las tres cintas de la saga y, por eso mismo, la menos conocida. El arqueólogo del sombrero y el látigo, acompañado en esta ocasión por una cantante y un niño, debe hacer que regrese el orden a una atemorizada aldea india donde se ha desatado la vengativa ira de los espíritus malévolos de Pankot a raíz de que la piedra sagrada de la comunidad ha sido hurtada. ¿Y quién mejor que Indy para encontrar una mágica pieza arqueológica como ésta?

"Indiana Jones y la Ultima Cruzada" (1989) revira ante la medianía de su predecesora, y logra que la saga retorne a los probados esquemas que le dieron buen nombre, con el plus de contar con la entrañable participación de Sean Connery en el rol de Henry Jones, padre del buen Indy, demostrando el dicho aquel que reza "de tal palo tal astilla". Para el gusto de muchos, esta cinta es la más lograda de la trilogía (sin quitarle sus méritos fundacionales a "Cazadores del Arca Perdida"), ubicando a los Jones en 1938 en plena búsqueda del Santo Grial, una vez más luchando contra los esfuerzos de Hitler por encontrar tan preciada reliquia religiosa, con una anécdota que funde los mitos caballerescos de Chrétien de Troyes y la tradición religiosa de José de Arimatea.